domingo, 11 de febrero de 2018

Mamá es como la luna
no sé si es una sombra o una luz
su pelo blanco casi plateado
se refleja en el lago secreto que hay en mí
las cosas más lindas
están hechas de un material
que se desvanece
sandalias rosadas de azúcar
con aplique de flor transparente
hilos de araña exótica
fantasmas de la casa que sólo ve el gato
es el material del miedo
pero un miedo suave, domesticado
capaz de dibujar en el aire
un mundo para mí
cuando no lo veo, sufro
cuando lo veo, soy feliz.
A las 10 de la mañana me puse a tomar sol
pero vi la luna
parecía una nubecita
parecía un cospel
entrando en la ranura del cielo
Yo quería un beso, pero no había
había, en cambio, un sol peligroso
y estábamos todos de mal humor
salvo la niña
que gritaba de alegría en el agua
el pasto también, a su forma
expresaba felicidad
pero la luna me decía
que las cosas que habían pasado a la noche
no se habían apaciguado
con la llegada del día
tal vez ahora tengas que vivir así, decía
siempre despierta
aunque el sueño te siga a todos lados
como una blusa blanca que llevás puesta.
cuando la bebé lloró fui hacia ella como siempre y pensé
esto es el bien
entonces no hay nada que temer
todo el tiempo quiero el bien
para ella y para él
nos abrazamos los tres en la cama
los besos se mezclan
sobre sus brazos o los míos
se dan besos besos besos
se bendice todo
se bendice todo con besos
pero yo estoy como una piedra clavada en el suelo
aunque también tengo la sustancia del amor
la nube buena, blanca, no gris
el algodón de azúcar un poco derretido
esta vez sólo me recubre
voy por la casa beso
sostengo beso
superficies suaves, bizcochuelo
lo que no puedo es quebrar la dureza de mi centro, hacerme liviana
lo que quiero es fundirme con los otros, con mi casa, con mis muebles de siempre
que mi voz se haga líquida también
para cantar una canción sin interrupciones
una canción que retumbe en el mundo entero
un mundo entero sin ciudades.